Biodanza Oceánica / Notas 8


La vida es toda agua...
el corazón es el músculo más fuerte
no dejes que se detenga.
Sana tu mente, vuelve a las aguas.
Nuestro cuerpo es mar, no lo contamines.


La danza sucede como arte vital de integración, el cuerpo se identifica con la naturaleza sin formas o búsquedas estéticas, no hay movimientos predeterminados ni orientación individual, nos reunimos en el entorno para recibirlo en el sentir. El movimiento nos acontece por el hecho de ser vivo, no se está haciendo referencia a un “fenómeno” único o hecho particular sino al panorama completo de la vida, se está valorando al espíritu natural que vive en todo lo que nos hace naturaleza. Sobre esto se intenta hacer análisis para sintetizarlo como logos pero esto no se vive desde el logos sino en las sensaciones, es decir, se trata de descubrir nuestro cuerpo que es nuestro territorio inmediato y en ampliación de la conciencia y de la vida descubrir el entorno que es nuestro territorio mediato donde median energías y vida todo el tiempo. La Biodanza sí nos reúne y lleva su arte adentrar el cuerpo al ritmo natural, sentir los líquidos moverse en oleaje interior, porque líquido somos, la vida es toda agua, estamos también en minerales, en sustancias primordiales. El cuerpo se compone de minerales, sustancias naturales que llegamos a contaminar por nuestra alimentación con sintéticos y químicos procesados.

Identificamos algunos asuntos de emergencia: 

- Las emociones en confusión y negación de la vida, contaminando al cuerpo y viviendo en una realidad política que nos está condenando a la pérdida de la autonomía alimentaria. 

- Los discursos llevados a solamente materializar las libertades del cuerpo pero no a cultivar una base distinta de otros valores que se puedan compartir y enseñar para recuperar la salud de todos los seres vivos.

- El gesto conforme con la basura del mundo y la indiferencia a la destrucción de los espacios naturales. 

Son algunas de las cuestiones a mirar con cuidado y actuar sobre ellas porque son realidades emergentes que tienen antecedentes históricos por la práctica continua de la represión y la limitación de nuestras realidades corporales para evitar la rebeldía. Vamos a exponerlo así, en detalle: el cuerpo no se libera con ideales sino en su sanidad en atención a las fuerzas naturales de nuestros universos, toda vida es única e integradora. 

Para sanar nuestros cuerpos no hay que definirnos en los ismos o visiones retóricas de la vida, no hay que perder de vista acompañar las visiones con educación y valores más sanos para nuestras culturas, la raíz de nuestra vida es natural de allí todos los valores para la conservación y la sanidad. 

Ricardo Barrios Tejeda / Notas.



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