¿Qué es la política?


-Ninguna verdad supera los significados que se comparten en las comunidades.

La realidad construida por el orden de mando se nos aparece constantemente con fisuras, sin lógica evidente, pero se nos impone con suficientes imperativos.  Pensar la realidad divididos y fragmentados como comunidad, como sociedad, nos hace dóciles e indiferentes para permitir la perpetuación por los siglos de los siglos de los sistemas de orden. No sabemos, en principio, qué es lo que hace a la política algo tan concreto teniendo demasiados registros conceptuales abstractos.
Conviene, precisamente, pensar, o mejor, pensarnos juntos el significado de la política. Hace tiempos atrás, lo que se ha titulado en los registros históricos como filosofía antigua, se fundamentó la mayoría de los conceptos que hoy mantienen en un círculo distante para las comunidades los significados que se establecen en la política. Hay grandes fisuras en todo esto. La política no es la entronización de conceptos abstractos, ni la elaboración puramente retórica y académica de un discurso. Las formas de convencionalizar el lenguaje permitieron este tipo de procedimiento, el consenso ajeno a la comunidad determinando definiciones y significados abstractos para que la comunidad no entendiera nada y renunciara radicalmente a tratar de entender algo que no significa en la vida real. Las concepciones del lenguaje, convencionalistas y naturalistas, no son estudios motivados estrictamente por amor a la sabiduría y al conocimiento de la condición humana, sino por propósitos de poder político. Pero todo esto nos es extraño pensarlo porque hemos idealizado a la antigua cultura griega como el seno de nuestro conocimiento y por toda su resonancia que ha sido contundente a través de las instituciones occidentales. No planteo más que observaciones al margen de lo que se estudia regularmente, si las escuelas efectuaran cambios sociales y políticos, los gobiernos no invirtieran en ellas. Lo que entendemos como política y así mismo, como revolución política, está convencionalizado y alterado por abstracciones e ideales ajenos a la vida real.
Entonces, ¿qué es la política? si no es la virtualización de conceptos e ideales, si no consiste en la inactividad del pueblo para interactuar constantemente con los gobernantes, cómo entendemos su razón o motivo. La respuesta no es definitiva, es activa. Su significado no se agota en las urnas, la democracia se sostiene en la efectividad retórica y no en la realización común de significados porque se limita a la configuración que imponen las instituciones de orden político. La democracia es activa siempre que se piense más allá de su definición institucional. La ilusión democrática sostiene la legitimidad del sistema y nos fragmenta en la visión comunitaria de nuestra realidad social. Las ideas y acciones individuales fragmentan, muchas veces por su soberbia, la posibilidad de compartir y aprender en la acción comunitaria. Si estuviese por fuera de su mecanismo institucional, la democracia no fragmentaría a las comunidades sino que permitiría la integración en la interlocución de los significados, entonces podríamos sugerir que no se piense la política como una institución sino como un espacio público para compartir los significados. No celebro la democracia porque debe ser resignificada su constitución, puntualizo en esto rigurosamente: la política no es dialéctica, es espacio público.


Artículo de opinión / Ricardo Barrios Tejeda


>Texto relacionado: ¿Política o ciencia? 
  

6 comentarios:

  1. Es curioso notar con cuánto cinismo la academia en Colombia se ha sumergido en la entronización de discurcitos para alimentar los egos de los actores principales (qué bien escribes, cuán acertado es tu análisis, y así) y han olvidado el poder en bruto que tienen para agenciar cambios sociales contundentes a través de una verdadera agencia política de movimientos colectivos y más aún, comunitarios. Aunque nadie lo diga en voz alta, aún muchos académicos han olvidado -de tanto autorecordárselos retóricamente- que son actores políticos capaces de dinamizar procesos sociales en nuestro país (Tal vez debería referirme solo a Cartagena) y se encuentran embebidos en las cuatro paredes del Alma Mater. Generalizar sería desconocer la actuación de unos pocos grupos de académicos que se han tomado para sí un trabajo que debería ser objetivo común de la academia del país. Aún así vale la pena preguntarse ¿Qué clase de académicos están produciendo nuestras universidades cuando los estudios que proponen son sencillamente caminos de acceso rápido a la "solemne ceremonia de graduación"? (Penosamente, en algún momento de mi vida estuve incluida en ese grupo)

    El punto es que ciertamente la academia no tiene sentido si no afecta directamente el contexto en que sus estudios, análisis, aproximaciones, etc., se llevan a cabo. En el actual estado de este país, y en las desgraciadas vísperas del reencauche del "Gran Colombiano", impera la necesidad de repensar la academia en Colombia y, más aún, en el Caribe Colombiano. Impera la necesidad de no ser actores de escritorio (ya habrá tiempo para eso). Justo ahora, se necesita que la teoría esté de la mano de la acción política contundente.

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  2. Tu comentario amplifica las consideraciones de mi texto, aterrizando su sentido a la situación actual de las academias en la región. Te sugiero otro texto breve que se titula ¿Política o CIencia? en el que se acentúa un poco la evidente relación del poder político del sistema con la academia tanto científica como escolar. ¡Muchas gracias! Aquí va: http://papeliquido.blogspot.com/2013/06/politica-o-ciencia-notas-1.html

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  3. Acción política contundente... ¿Alguien está invitando a la acción política contundente?... mmm... ¿Qué es una acción política contundente?...

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  4. No sé si tomar en serio toda esta parrafada pretenciosa. Sorprende la ausencia de rigor en el uso de los conceptos, tal parece que la verborrea gangosa y las imposturas intelectuales se impusieron ante la precisión teórica. Impresentable, todo un despropósito.

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  5. Este es un espacio alternativo, libre, para compartir puntos de vista, y cada quien califica a su modo lo que lee. Preferiría que cada comentario se haga con identificación, es decir, con el nombre de quien comenta, porque bajo el rótulo de "Anónimo" se está cayendo en una autodescalificación, eso supone la caracterización de muchos aquellos encapuchados que creen en la violencia, la soberbia y la beligerancia de las palabras como si se tratara de una lucha constante. Una de las ideas que más dirijo en este blog es que las palabras deben liberarse de toda carga de violencia o soberbia y empezar a reconstruir significados desde la interacción pacífica y la comunión de las palabras y los distintos discursos. No usemos máscaras, vamos a mirarnos tal como somos, sin miedos.

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  6. El comentario de Gelena Gonzalez, no creo vaya en sintonía con el texto ¿Qué es política?... pareciera más bien una excusa para traer a cuento alguna situación de inconformidad particular. Aunque nunca es tarde para desandar el camino, suena algo ridículo que ella misma diga que alguna vez hizo, lo que está criticando, es decir, estar en la academia, o supuesta academia para obtener beneficios. no sé qué edad tenga ella, pero estaré atenta a ver qué acciones contraculturales y políticas contundentes, ella realiza... He acudido al anónimo, pero creo que mis planteamientos son claros y expresados de forma respetuosa. Sólo resaltó las inconsistencias.

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Las palabras mayores vienen de bocas antiguas. Las palabras menores están en los libros.